MI PROFESION DIA A DIA. Diario VIII

Día 23 de Septiembre de 2011

Como todos estos días de Septiembre, empezamos leyendo. Yo estoy con Daniela. Va a rellenar con huellas la silueta de una serpiente. Al principio se asusta y yo cojo el dibujo y “hablo” con la serpiente, la toco… Al verme, hace lo mismo y el miedo se va.

Digo: huellas, huellas… Me paro para que siga y dice:

–  ¿ Por qué no dices” guellas, guellas”…?

–   Para no molestar a los mayores que están leyendo.

Ante su propuesta, vuelvo a decir, bajito, : huellas, huellas… y ella interviene

–   ¡No digas “guellas”!

Y lo divertido es que al poco rato, mientras va poniendo las huellas con el dedo, repite:  huellas huellas, huellas,  como ella lo pronuncia, es decir “guellas, guellas”… Me río por dentro.

Vamos a lavarnos las manos y ella habla y habla con una pronunciación y expresividad en los ojos, que a mí me encanta.

–    Mañana me voy a una feria a Muñana. ¿Y tú?

–   Yo no.

–   ¿Por qué ?

–   Porque  me voy a Madrid.

–   ¿Tienes allí tu casa?

Y,  para acabar, le digo que sí.

Ahora quiere que Vanesa le lea un libro. (A Vanesa le encantan los niños pequeños y sabe relacionarse muy bien con ellos. Dice que quiere ser profesora de Educación Infantil.)

Miguel y Gabriel siguen con su libro. Ya han llegado a Asia. Comentan:  En este país  sólo hay dos estaciones. (Hace unos días , yo les había  comentado cosas mi estancia en Guatemala el mes de Julio,  entre ellas que no hay cuatro estaciones como aquí sino dos: la seca y la lluviosa y que a veces cuando llueve lo hace de forma muy intensa) Aprovecho para explicarles en qué zonas del Planeta ocurre lo mismo. ¡También donde está Fátima! en Malabo (Guinea).  Fátima es una amiga mía que trabajó en el Valle Amblés en animación sociocultural. Nos ayudó a montar la Biblioteca y a veces venía a la escuela a contarnos cuentos. ¡Es una buenísima cuentacuentos!

Siguen leyendo…

-¡Mira  qué nombre:  ¡Madriska! Oigo que leen tatami y les pregunto si saben lo que es. Dicen que sí,  que lo explica  el libro.

Daniela ha estado “leyendo” imágenes en los libros que he seleccionado para ella. Luego va a la alfombra a hacer juegos de encajar figuras.

El resto del grupo ya llevan un rato trabajando en  Matemáticas. Yo voy rotando, corrigiendo y explicando.

Daniela vuelve a su sitio. Recorta tiras y pega . Yo estoy con ella. Repite lo que yo digo:¡ Damos pegamento, damos la vuelta y pegamos!

Pide ayuda cuando lo necesita, pero no le gusta que yo la ayude cuando ella es capaz de hacer algo sola: ¡No, yo sola!  ( Y a mí me parece muy bien) Cuando algo le cuesta o no le gusta hacerlo, me pide ayuda: ¡Tú conmigo!

Observo avances desde los primeros días en que ella “se medía” conmigo y quería hacer lo que quería en todos los momentos. Creo que ha descubierto cómo me sitúo con ella y que permanentemente no puede decir NO. Ya no llora cuando no quiere hacer algo. Es autónoma para ir al baño, usa correctamente el semáforo cuando entra (rojo) y sale (verde) se  lava las manos, aunque tengo que ayudarla a secarse, lleva sus trabajos a la carpeta ( a veces tengo que recordárselo) y va recogiendo los juegos unas veces solas y otras …(” ¡Tú conmigo!”)  la ayudo.

Yo también estoy aprendiendo a situarme con ella, a escuchar sus necesidades e intereses, a ceder. ¡Todavía no tiene tres años! Cuando se cansa de algo, en algún momento “abandona” y se pone a hacer algo que le gusta, sin decir “ni pío” . A mí no me disgusta. Me parece que va tanteando y buscando sus propias estrategias . Yo a veces la dejo, como si no me diera cuenta y, cuando pasa un poco de tiempo, le recuerdo que tiene que terminar y  luego sigue con lo que está haciendo. Así vamos integrando mis propuestas y sus intereses.

Como está ella sola de 1º de Infantil, a veces entramos con ella en el juego simbólico,  sus compañeros y yo. Es cierto que no es igual que estar en un grupo de niños de su edad, pero también es verdad que ella está haciendo  un tipo de aprendizajes en este tipo de grupo. Aprende de mí y de sus compañeros que la quieren y están pendientes de ella.

Para mí está siendo una experiencia muy interesante y bonita.

Daniela sigue en lo suyo con algunos comentarios en voz alta. Los demás están en un silencio sorprendente, como si Daniela no estuviera. Los primeros días se distraían  más, mirando lo que estaba haciendo, riéndose de lo que decía, o escuchando lo que yo le decía, aunque fuera en voz baja.

-¡Ya!,  dice. Quiere decir que ya ha terminado y , sin que nadie le diga nada, va a lavarse las manos. Voy a ayudarla a secarse.

Ahora toca clasificar los bloques lógicos en grandes y pequeños. Deja de hacerlo y se va  a la mesa con un libro. Le digo que tiene que acabar. No quiere. ¿ Qué le digo y cómo?. Me pongo seria y me arriesgo a decirle algo, sin saber cómo va a reaccionar.

-¡Pues a llorar!

Capta el mensaje, creo que más por el tono que por las palabras, y reacciona. No llora. Se va a su sitio, se sienta. La miro, la dejo y al poco rato ella sola se va a seguir clasificando. Cuando termina, la ayudo un poco, recogiendo algunas piezas y l e digo: ahora ya puedes leer. Coge su libro de imágenes desplegables y se acabó el problema.

A veces oigo a las madres y a los niños en la calle. También a los padres, pero generalmente  las que están en el parque con los hijos, son las madres. Escucho a través de lo que dicen y cómo lo dicen, el tipo de relaciones y conductas que establecen, cómo se sitúan, qué grado de autoridad o no autoridad tienen. Otras veces veo actuaciones  que me interrogan. Creo que con voces, amenazas ¡o premios aunque sea una chuche!  se consigue un tipo de educación,  y con el diálogo, la paciencia, el establecimiento de normas, el cariño… otro estilo educativo y otras  respuestas que van ayudando a crear otro tipo de personas. Y me digo : ¡Qué necesarias son las Escuelas de padres y madres!

Voy con Vega, le explico lo que tiene que hacer y le digo que ponga mucha atención para no venir después a preguntarme.  A pesar de la advertencia, no pasa mucho tiempo sin que venga. Creo que reclama atención y quiere que le haga caso, aunque ya he estado con ella. Al poco rato pregunta si puede ir al baño. Y ¡la tercera vez!: ¿ Cuándo tenemos Inglés?

¡Qué equilibrio, nada fácil, entre saber y aceptar que está viviendo una etapa  difícil y  ayudarla a “crecer” sin  entrar en su juego. A veces, conscientemente y por esta razón, bajo el listón de la exigencia, pero procurando no ceder más de la cuenta.

Cuando preguntan algo que no corresponde con lo que estamos haciendo, suelo decirles que si eso que preguntan tiene que ver con lo que estamos trabajando… Ya no es necesario que les responda.

¡Recreo!

Volvemos al aula y seguimos trabajando: lois alumnos con distintas actividades de distintas áreas y yo, observando, reflexionando y ejercitando la paciencia  en más de un momento. Cuando me necesitan, voy al sitio de cada uno y explico, reviso las actividades o resuelvo dudas.

Hasta hoy no hemos hecho Plástica. Les gusta mucho y yo creo que es un área importante. Hace unos días preguntaron que cuando “tocaba”. Por fin hoy hemos disfrutado con el arte.

Cuando se les dan propuestas, ellos responden y son capaces de crear.

¡Adiós, chicos, chicas! ¡Buen “finde”!

MI PROFESION DIA A DIA. Diario VII

Día 22 de Septiembre de 2011

Seguimos avanzando.Hoy además de las áreas que tienen conmigo, han tenido Inglés y Educación Física.

El tiempo de E.F.,  Daniela ha estado conmigo. Clasificamos piezas sencillas de animales y luego formamos el animal correspondiente. Cada animal tiene tres piezas y lo hace con facilidad.
Luego emparejamos piezas de animales y mariposas.

Habla mucho y se inventa “historias” en las que expresa su mundo familiar: Lo que lo que hace el papá, la mamá, dónde van… Lo único es que los protagonistas son los animales que ha formado. Sigue  con  Manolo “el de los caballos”  que muerde a su perro Lucas.

Bailamos con la música y juega  subiéndose a unas pelotas grandes  con las que se pueden dar botes, agarrada a una especie de cuernecillos. La  ayudo, sujetándola.

Luego entra y sale, para atrás y para delante por el  “túnel” de malla.  Los momentos en que estoy con ella sola, aprovecho para hacer actividades que  es más difícil llevar a cabo cuando estoy con todos.

Al entrar del recreo tenemos que dialogar sobre un pequeño conflicto que ha surgido. Uno de los niños ha deshecho lo que tenían construído otros dos con piezas de un mecano. Cada uno reacciona de manera distinta y no resulta fácil el diálogo. Me sorprende que
están más serenos los “afectados” que el que ha hecho la faena, que encima  parece que se siente ofendido. Relaciono la situación vivida, con lo que hemos  trabajado en Ciudadanía. Cada uno expresa lo que se podría hacer y ¡ seguimos  nuestro trabajo!

Todos, menos Daniela,  han hecho algo en el ordenador. El ordenador  está integrado en el trabajo  habitual en las diferentes áreas y  es un recurso que los alumnos manejan con
facilidad y gusto cuando lo necesitan o cuando les hago alguna  propuesta de trabajo. No hay 1 hora de Informática como no hay una  hora para buscar  palabras en el Diccionario.

Hoy, Miguel ha hecho una tabla con las características  de los seres vivos, Vanesa y Gabriel han repasado Matemáticas en Internet entrando en una página web de la editorial de  su libro de texto. Vega también ha repasado algunos conceptos básicos, a través de un  programa que yo le he dado.

Vanesa y Gabriel, después  han seguido escribiendo la descripciones, iniciadas ayer.

Observo con satisfacción  que los alumnos de 5º leen mejor que al terminar el curso. Se nota que las familias se han implicado con ellos en la práctica de la lectura, como les sugerí en Junio, dado que su nivel no era satisfactorio.

Cuando los niños ponen interés  y las familias colaboran se nota.

MI PROFESION DIA A DIA. Diario VI

19 y 20 de septiembre

Se nota que ya llevamos una semana de clase. Los alumnos trabajan bien, se ayudan cuando alguien lo necesita y están serenos, aunque  a veces  están más pendientes de lo que hago con Daniela o  de lo que ella dice o hace, que de su trabajo.

Como todos los lunes, contamos lo que hemos hecho el fin de semana. Daniela, esta vez sí que cuenta algo.

Gabriel, sigue planteándose preguntas.
– ¿Qué células son más grandes, las vegetales o las  animales?

– No lo sé, vamos a buscarlo en Internet
Vega dice que si puede ir ella a verlo.

Daniela ya va aceptando las  propuestas. Cuando intenta “ tomar las riendas “ para hacer lo que quiere, le  digo algo, y parece que no hay problema. El otro día me puse seria con ella,  sin saber cómo iba a reaccionar, y parece que ha dado resultado.

Como a casi todo dice No, yo le  dije que a clase no se venía a decir a todo que no. ¿Lo entendería?  Yo creo que entendió más el lenguaje no verbal  que el verbal.

A pesar de todo, a veces, cuando   yo estoy trabajando con los mayores, deja lo que está haciendo y se va  a la alfombra.

En Lengua  Miguel, Gabriel y Vanesa, están  trabajando, entre otras cosas, la
descripción. Cada uno ha empezado a hacer la suya. A Gabriel se le ocurre describirse en 3ª persona,  como si fuera  otra persona la que expresa cómo es Gabriel. Vanesa hace lo mismo.

Les ayudo a observarse en el espejo  y les doy pautas y  pistas para hacer las
descripciones.

Empezamos con educación para la  Ciudadanía. Están muy intrigados con el libro y ya me han preguntado varios  días que cuándo empezamos. Rellenan un primer Cuestionario sobre y les digo  algunas de  sus características
personales, de acuerdo con sus respuestas. No saben de dónde he sacado la interpretación. Lógicamente yo no me lo he inventado, sino que he utilizado las propuestas de la editorial.

 

Día 21 de septiembre de 2010

Empezamos leyendo en voz baja.
Gabriel  y Miguel siguen con el «Diccionario  por imágenes de los niños del mundo». Ya han pasado a Asia.

Llega Angel, el nuevo Orientador.  Nos presentamos y mientras hablamos nosotros dos, los niños, sin decirles nada,  se organizan.

Vanesa estaba leyendo con Vega y  coge en brazos a Daniela para leerle un cuento.  A Angel
le llama la atención que sigan trabajando solos, sin necesitarme a mí.

Daniela escucha los mensajes que  le doy. Repasamos el cuento del otro día y ella dice las palabras que conoce o repite las que yo le digo. Estamos  trabajando vocabulario, mientras los demás siguen leyendo sin problema. Bueno,  a veces  observan lo que yo estoy haciendo y escuchan cómo pronuncia la más pequeña de la clase. La verdad es que tiene gracia. ¡Conoce  los colores,  incluídos el naranja y el marrón!  Le pongo en el suelo aros de tres colores :  rojo, azul y amarillo y le doy las cajas de los bloques lógicos para que los  clasifique según sus colores. Lo hace sin dificultad. Luego hace tres puzzles adaptados  a su edad. Con plastilina ya va haciendo churros.

Ahora “encarrilo “ el trabajo de  Daniela: recorta, pica y juega un ratito en el rincón del juego simbólico. Trabajo  con 1º, 3º y 5º. Mientras yo corrijo o explico a unos, otros continúan su  trabajo.

Miguel está escribiendo en el  ordenador la descripción que ha hecho de sí mismo. Con 5º sigo con la  descripción, trabajando los adjetivos y comparaciones, con materiales
complementarios a los de  su libro de  texto. Leen algunas descripciones que yo he seleccionad y que les pueden servir  de referencia para avanzar y no limitarse a decir: Es…Tiene los ojos….y el  pelo…

Siguen con las descripciones de  las personas de su familia o con las de compañeros o amigos. Ellos deciden.

¡Gabriel, cuidado con las  excesivas comparaciones!  En un texto  pequeño ha puesto demasiadas. Le indico que si ponemos comparaciones en todo,  el texto puede resultar pesado y perder la belleza literaria. De todas formas,  su esfuerzo es de valorar.