DON QUIJOTE LLEGA A TU ESCUELA Y…

Imagina que Don Quijote llega a tu escuela y te elige a ti para acompañarle en su viaje por el mundo. Escribe lo que ocurriría…

Esta es una actividad que propone el libro de Lengua de 5º de Primaria. Aunque aparece en uno de los días del DIARIO, me gusta ponerla aparte como una actividad del área de Lengua. Esto es lo que Gabriel y Vanesa han expresado.

Muy lejos no podíamos ir porque Don Quijote iba en caballo y yo en bicicleta. Solo llegamos hasta Ávila después de dos días de camino. El primer día llegamos hasta Padiernos donde dormimos. Al día siguiente sobre las doce llegamos a Ávila. Cuando Don Quijote vio las murallas, creyó que era un ejército de soldados y se puso a luchar con ellas. Yo tuve que convencerle de que eran de piedra y no se movían.

Después fuimos a la catedral y se puso a dar voces llamando al dueño del castillo para retarle a un duelo. Me tocó convencerle de nuevo de que era una iglesia.

Al final le dejé en un hotel y yo me vine a mi casa.

GABRIEL GUERRA

Un día Don Quijote de la Mancha vino a mi clase y me dijo que si quería ir con él en su viaje por una zona del Valle Amblés. Yo le dije que sí, y él, muy contento, me dijo cuándo nos íbamos. Preparé mi equipaje, le pedí el pony a mi abuelo y me fui con Don Quijote de la Mancha a hacer el viaje. El primer día nos fuimos a Muñana y
descansamos en la gasolinera que hay en la carretera. Cuando llegamos, oímos una música y subimos a ver qué era. ¡Eran las fiestas! Estuvimos en ellas y disfrutamos mucho, pero la pena era que por la mañana teníamos que seguir el viaje. Al siguiente día fuimos a Amavida y la gente del pueblo, nos prestó un pajar para que nos quedáramos allí a dormir.
¡Qué gente más buena! Y así estuvimos tres días más viajando: Pradosegar,
Villatoro, pasamos el puerto y llegamos al valle del Corneja. Cuando terminamos la ruta fuimos a contárselo a los de mi clase, y nos hicieron una fiesta de llegada. ¡Qué divertido fue el viaje con Don Quijote!

VANESA HERNANDEZ

MI PROFESION DIA A DIA. Diario XV

Día 11 de octubre de 2011

Los de 5º leen lo que han escrito sobre D. Quijote. Es una actividad que propone el libro de Lengua : Imagina que Don Quijote llega a tu escuela y te elige a ti para acompañarle en su viaje por el mundo. Escribe lo que ocurriría.

Sigo repasando los elementos de un Diario. Es una actividad que hicieron hace unos días, pero el texto que escribieron era reducido y “muy pobre” en cuanto a la expresión. Por eso quiero insistir. Les digo que yo estoy escribiendo el DIARIO en el Blog y que pongo lo que hacemos, lo que pienso, siento…

Mientras Gabriel empieza a hacer el Diario de ayer, de mala gana porque no le apetece, (me he dado cuenta por la forma de sentarse, la letra que hace y lo que tarda en “arrancar”) yo ayudo a Vanesa a mejorar el texto sobre El Quijote. Además de ser muy breve, ha viajado de Canadá a México y a otros países en un día , con D. Quijote a caballo y ella en burro. ¡A repasar Geografía! Veo con ella dónde están los países que ha puesto y le pregunto si cree que se puede ir en ese “medio de transporte “y en un día. Le doy ideas y se va a escribir en el ordenador. Estoy pendiente de lo que hace para ver si puede escribir algo más original y para que se sienta mejor, porque Gabriel, su primo, le ha echado imaginación al asunto y su texto es original.Al final, esta es la producción de Vanesa, que me parece que no está nada mal.

Un día Don Quijote de la Mancha vino a mi clase y me dijo que si quería ir con él en su viaje por una zona del Valle Amblés. Yo le dije que sí, y él, muy contento, me dijo cuándo nos íbamos. Preparé mi equipaje, le pedí el pony a mi abuelo y me fui con Don Quijote de la Mancha a hacer el viaje. El primer día nos fuimos a Muñana y
descansamos en la gasolinera que hay en la carretera. Cuando llegamos, oímos una música y subimos a ver qué era. ¡Eran las fiestas! Estuvimos en ellas y disfrutamos mucho, pero la pena era que por la mañana teníamos que seguir el viaje. Al siguiente día fuimos a Amavida y la gente del pueblo, nos prestó un pajar para que nos quedáramos allí a dormir.
¡Qué gente más buena! Y así estuvimos tres días más viajando: Pradosegar,
Villatoro, pasamos el puerto y llegamos al valle del Corneja. Cuando terminamos la ruta fuimos a contárselo a los de mi clase, y nos hicieron una fiesta de llegada. ¡Qué divertido fue el viaje con Don Quijote!

Esto es lo que escribió Gabriel

Muy lejos no podíamos ir porque Don Quijote iba en caballo y yo en bicicleta. Solo llegamos hasta Ávila después de dos días de camino. El primer día llegamos hasta Padiernos donde dormimos. Al día siguiente sobre las doce llegamos a Ávila. Cuando Don Quijote vio las murallas, creyó que era un ejército de soldados y se puso a luchar con ellas. Yo tuve que convencerle de que eran de piedra y no se movían.
Después fuimos a la catedral y se puso a dar voces llamando al dueño del castillo para retarle a un duelo. Me tocó convencerle de nuevo de que era una iglesia. Al final le dejé en un hotel y yo me vine a mi casa.

¡Pasamos a Matemáticas! Miguel sabe seguir solo, una vez que le he corregido la tarea de casa. Vega trabaja con el Mini arco y el Tan gran y tampoco me necesita. Daniela está coloreando y ya es capaz de estar trabajando más tiempo en la mesa.

Hoy dedico más tiempo a los de 5º , que siguen con la propiedad distributiva. No quiero avanzar, hasta que vea que la tienen asimilada. Ya llevamos varios días con esa propiedad, con materiales concretos, sin materiales  y con ejercicios y problemas en los que aplicarla. Ya pueden seguir solos y “sigo mi periplo”. Vega recoge y viene a la alfombra conmigo a trabajar con material concreto, el concepto de decena. “Jugamos ” a cambiar 10 unidades por 1 decena y a formar números: 11,12,13,14… Como lo ha capatado, ya puede seguir trabajando ella sola con el libro.

Los mayores continúan cada uno a lo suyo y , yo me voy con la niña de Infantil. En voz baja repasamos vocabulario referido al aula. Después  se va al rincón de juegos a hacer un collar a Papelote y otro más pequeño a Papelillo.

Después del recreo, tenemos Plástica. A los niños les encanta . No tenemos libro de texto. Yo prefiero no usarlo porque lo que conozco de algunas editoriales consiste en presentar modelos  y yo no estoy dispuesta a que mis alumnos se pasen las horas de Artística reproduciendo modelos que,  desde mi punto de vista, no ayudan a desarrollar la capacidad artística ni el gusto por la belleza. Además, considero que es un gasto innecesario.

Vamos a ir conociendo algo de Matisse. Ya conocen bastante  de Vang Ghog y algo de Picasso y Miró de cursos anteriores. Estamos trabajando dos obras:” Los peces rojos” y “La danza”.

Pongo música clásica de fondo. No es lo que habitualmente escuchan y , de entrada, hacen algún comentario no muy favorable,  pero yo la dejo puesta bajito y les digo que algún día vamos a trabajar en Plástica a partir de una música. Cuando ven que es uno de los CD de Infantil, se sorprenden. Es el que viene para Infantil de 3 años con los materiales de la editorial que uso. Vega dice: ¡ Si es de Papelote! Antes me ha preguntado cómo se llamaba lo que estábamos escuchando. En su casa sí que escuchan música clásica y ya el año pasado me preguntó cual era mi músico favorito porqu el de supadre es …creo que Mozart.

Vega canta. Antes había tarareado Gabriel. Como estamos en Plástica, no les digo nada. Ante la insistencia de Vega, me pregunto si no estará queriendo decir: “Estoy aquí, hazme caso” Procuro mantener el equilibrio entre  atenderla y no responder a sus “llamadas” ( cuando creo que no es necesario no me acerco) Hay que ayudarla , pero tiene que crecer sin depender de mí. Estoy en la mesa pequeña (redonda)en la que suele estar Daniela. Miguel se acerca a preguntarme y Daniela le dice:

– ¿Por qué vienes a mi mesa? a lo que Miguel, creo que muy bien,  le responde :

– ¡Que no es la tuya, aunque tú la uses más!  Parece que Daniela aún no tiene capacidad para entender eso de que las cosas “son de todos”. Ya pronto cumplirá 3 años , pero ¿cuánto tiempo tendrá que pasar para que lo entienda? A veces a los mayores también nos cuesta entender algunas cosas…

Por ahora, voy a descansar en esta tarea de escribir día a día. Quizá más adelante la retome.

 

MI PROFESION DIA A DIA. Diario XIV

Día  4 de octubre de 2011

Hoy no es el día de  Daniela. Viene a la escuela un poco mimosa y quiere que su madre entre con ella a clase.

Cuando entra, le pregunto si quiere ser ella la mamá y yo la hija, como me sugirió un día, ¡ Hoy quiere  que  yo sea la mamá!

Cuando ya está más tranquila, cambia los roles, ella se convierte en mamá y me llama hija.

Está recortando y se da un pequeño  pellizco con las tijeras en un dedo. ¡Otra vez necesita mimos y el “cura sana , culito de manzana…” que le encanta.

En un momento, Miguel quiere ayudarla a encajar las piezas del juego  que está haciendo.

–          ¡Ahí no va!  Dice Miguel y luego: Sí, sí, sí… ahí va . Daniela dice:

–          ¡No me ayudes!

Es frecuente que entre los niños surja la ayuda espontánea, aunque a veces ante una petición de alguno, dependiendo de lo que están haciendo  ( que les guste más o menos) y de lo que suponga ayudar al compañero, prefieran seguir a lo suyo. En estos momentos, aunque lo entiendo estupendamente, procuro  “mediar” y no siempre es fácil.

Hoy por la mañana hemos tenido dos visitas. ¡Bueno tres! Un técnico de la Compañía del Teléfono, unos compañeros de un Sindicato profesional y…un gato que ha entrado a clase dos veces. ¡En cuanto ha visto la puerta abierta! No ha sido fácil echarle. Por si yo pensaba hacerle algo, que no estaba en mi intención, los niños se han encargado de decirme. ¡No le pegues!

Vanesa decía que el gato tenía sed y Vega que también tendría hambre. Cuando he querido darme cuenta ya le habían puesto un recipiente con agua en el patio de la escuela. “ Ya me imagino que sabéis que hay que  lavar el recipiente y lavarse  las manos” les he dicho. Y pienso para mis adentros: Como le hagamos caso, tenemos gato para rato.

Estamos trabajando en  Plástica, cada uno en una actividad, según su ritmo. Vienen los del Sindicato. Estoy hablando con ellos y cuando llega la hora de  recoger, recogen tranquilamente lo suyo y las láminas de vocabulario que yo estaba usando con Daniela. Los compañeros se  sorprenden de la actuación de los chavales.

Ha pasado un mes.  Creo que  he aprendido cómo actuar con Daniela, con paciencia y sin tensión,  para que haga lo  que tiene que hacer. Me parece que ella también ha aprendido a situarse.

Seguimos trabajando el asumir lo que tiene que hacer. En un momento dado, me ha oído decir no, en una frase que ahora no recuerdo, pero con un significado distinto al que yo estoy intentando trabajar con ella y me ha dicho:   ¿ Se dice no?

Yo le he contestado:

– ¡No!

-Pues tú has dicho NO.

Trato de explicárselo, pero no sé qué habrá entendido. Le pongo ejemplos. Si yo te pregunto: Daniela ¿tienes frío? puedes decir no. Si digo: ¿ has desayunado? dirás sí.

Ahora va a pegar lo que ha estado recortando y le digo que traiga el pegamento.

-¿ El de todos?

-Sí.

(El otro día el pegamento era suyo,  porque “me lo ha comprado mi papá”) ¿Irá entendiendo que el material es compartido y que es de todos, aunque se lo haya comprado su papá y que la mesa “suya” la pueden usar otros compañeros?

Trabajo con Miguel y decido que hay ejercicios que los vamos a hacer orales, como repaso y refuerzo porque sé que los entiende y que no me parece lo mejor estar todo el tiempo copiando preguntas del libro y contestando. Sé que en muchas aulas se hace, pero me pregunto qué pasaría si a nosotros, adultos, nos hicieran eso todos los días, en casi todas las áreas. Pienso que el libro de texto es una herramienta, no la única ni la más importante y que no es obligatorio hacer todas las actividades.  Esto supone buscar otros recursos, hacer otras propuestas, integrar las Nuevas Tecnologías en la actividad diaria, no en momentos puntuales en las Aulas de Informática. Me atrevo a afirmar que ese no es el espíritu de las TIC, ni cuando se iniciaron ni ahora, aunque a veces es lo que se hace.

Al terminar de trabajar conmigo, Miguel  se va al ordenador a seguir con las descripciones de su padre, su madre y su hermano, para hacer después el libro de su familia.

Vega sigue con los autodictados como repaso de los distintos fonemas, para afianzar lo que trabajó el curso pasado. Ya sabe leer. Hoy repasa el fonema t y después lee conmigo