ENAMORADO DE SU PROFESION

Hace tiempo que hablé con un amigo mío, escultor y restaurador, de la posibilidad de venir a mi escuela a presentar su profesión a los niños  y a hacer con ellos alguna actividad. Al empezar el curso se lo conté a los alumnos y cada poco tiempo me preguntaban cuándo iba a venir mi amigo. Por fin sabíamos la fecha, pero antes había que prepararse y saber qué le quería preguntar cada uno.

Y así surgieron las PREGUNTAS PARA UN ESCULTOR, formuladas por los cuatro alumnos de primaria: Vega, Miguel, Gabriel y Vanesa.

¿En qué universidad has estudiado?¿Cuántos años duró tu carrera? ¿A qué año empezaste a dedicarte a la escultura?¿Cuántos años llevas trabajando con las esculturas? ¿y restaurándolas? ¿Dónde estás trabajando ahora?  ¿Has trabajado fuera de Castilla y León? ¿Has ido a otros países a trabajar? ¿Por qué te apasionaste por este trabajo y no por otro? ¿Has restaurado algo de una virgen? ¿Con qué materiales trabajas? ¿Con que herramientas? ¿Cuántas esculturas has restaurado o hecho? ¿Dónde has restaurado esculturas? ¿T e sigue gustando tanto esta profesión como cuando  empezaste? ¿Trabajabas con alguna otra persona? ¿Alguna vez has hecho un tótem? ¿Restauras muchas esculturas religiosas?

Nos pusimos de acuerdo en las que iba a hacer cada uno, para no repetir.

Y LLEGO EL DIA 30 DE OCTUBRE

Cuando salíamos para ir a casa, llegaron Mariano y Meli. Nos presentamos y quedamos para encontrarnos al empezar la jornada de la tarde.

LOS ALUMNOS CUENTAN LA EXPERIENCIA VIVIDA.

El  martes 30 de Octubre, vino a nuestra escuela Mariano Nieto con su mujer Meli.

Él es escultor y restaurador. Ese día aprendimos bastantes cosas sobre un escultor.Mariano, nos enseñó unas fotos de las esculturas que había hecho.

Esas esculturas se empezaron a hacer de un bloque de piedra, madera o bronce. Para hacerlas se necesitan unas herramientas adaptadas a este trabajo.                                Algunas de ellas son: El cincel, el puntero, el martillo, la lima…

Una de las esculturas pesaba tres toneladas y otra la tuvo que hacer en el taller de un amigo porque  en el suyo no entraba el bloque de piedra.

Todo esto que nos contó era muy interesante y también nos dijo que lo más importante en su vida era su familia y su trabajo.

A los trece años empezó su trabajo y a los quince le dieron un premio.

Los alumnos le hicimos preguntas y él nos las contestó. Una de las que yo le hice fue:

-¿Te sigue gustando tanto tu profesión como cuando la empezaste?

Él me contestó que cada día más.

A esta actividad también fueron madres, tías y algunos padres.

Después de ver las fotos y hacer las preguntas a Mariano, nos pusimos a hacer barro.

Cada uno hizo lo que quiso. Yo al principio no sabía qué hacer. Primero era una cuna, luego una bandeja, después una cama. Pero al final me decidí por la cuna. Después de hacer la cuna hice a un niño. Mariano me ayudó a reformar al niño. Cuando lo terminé intenté reforzar la cuna, pero no tenía tiempo porque íbamos a recoger para irnos a casa.

Todos hicimos unas figuras muy bonitas. Después de verlas limpiamos las mesas y recogimos el barro. Cuando ya lo habíamos recogido nos despedimos de Mariano y de Meli  y nos fuimos a casa.                                                                                                         VANESA

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El día 30 de octubre vino Mariano a la escuela.

Le hicimos preguntas como:

-¿Con qué materiales trabajas?

-Con madera, barro, piedra y bronce

-¿Cuántas esculturas has restaurado o hecho?

-Miles

-¿Has trabajado fuera de Castilla y León?

-Sí

– ¿Dónde has restaurado esculturas?

-Por todo el mundo

Una escultura de piedra la tuvo que hacer en el taller de un amigo porque no entraba por la puerta de su taller.

Se dedica a hacer principalmente esculturas religiosas.

Le gusta su profesión y se dedica desde los 15 años que ya ganó un premio y a los 16,  otro.

Le gustaba ser escultor desde los 6 años.Hicimos figuritas con arcilla.

                           MIGUEL.

El día 30 de octubre estuvimos las dos horas de la tarde con un escultor amigo de Vicen, nuestra profesora.

El escultor se llama Mariano y vino con su mujer. Los dos son muy majos y muy amables. Mariano puso un vídeo de dos esculturas que él había hecho. Una en piedra y otra en madera. A mí me gustó más la de madera que la de piedra.

Después todos, excepto Daniela que es la pequeña de la clase, le hicimos preguntas. Las que yo le hice son:

1 – ¿Cuántos años duró tu carrera?

2 – ¿Alguna vez has hecho un tótem?

3 – ¿Restauras muchas esculturas  religiosas?

4 – ¿Con qué herramientas trabajas en piedra? ¿ y en madera?

Él me contestó:

1 – Duró desde los 13 hasta los 24 (11 años).

2 -No

3 – La mayoría de las veces.

4 – En piedra: cinceles, gradinas, punteros y limas. En madera: gubia, sierra, labra, maza y escofina de diversos tamaños.

Después, Mariano sacó un bloque de barro y todos nos pusimos a hacer figuras con él.

Yo al principio no sabía qué hacer, si hacer un elefante o un paloma. Al final elegí la paloma porque el elefante me parecía un poco difícil y entonces me puse a hacerlo rápidamente. Él me ayudo y mientras lo hacía yo no le hice nada de caso.

Entonces pensé que eso era de mala educación y desde ese momento empecé a hacerle mucho caso. Después de acabar la paloma decidí hacer un cenicero porque me sobraba tiempo. Al final todos recogimos y limpiamos la clase para irnos a casa.         GABRIEL

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Vega, expresó la experiencia de forma oral. Queremos grabarlo y si podemos, lo incluiremos con su voz, para que sepáis lo que ella opina.

Además de expresarse  por escrito, los niños comentaron lo que les pareció la actividad. La  valoraron muy positivamente.

Gabriel dijo que te podía haber preguntado si había  hecho alguna escultura de él mismo.Por eso y para darle las gracias, decidí poner un correo a Mariano.

¿Cómo llegastéis?

Los niños hoy han hablado de la actividad y la han valorado muy positivamente. Les gustó y aprendieron cosas nuevas. Gabriel dice que te podía haber preguntado si has hecho alguna escultura «de tí mismo»

Un abrazo para los dos          Vicen

El me contestó:

Querida Vicen, me alegra que se lo pasaran bien y aprendieran algo. Dile a Gabriel que no me he retratado, pero que dicen que  muchas esculturas de las que he realizado se parecen a mí. Pero a Meli síque la hice un retrato en bronce y las monjas de Serradilla quisieron que la Beata Francisca de Oviedo fuera la cara de Meli.

Un beso para todos de Meli y Mariano

A SANTIAGO PASANDO POR LA TORRE

Ayer cuando estábamos en clase de Educación Física vimos que se acercaba desde la Cruz Verde un grupo de siete personas a caballo que hicieron alto en La Torre . Como nos picó la curiosidad nos acercamos a hablar con ellos. Fueron muy amables y nos contaron su experiencia y nos dejaron montar en sus caballos. Nos dijeron  que están haciendo el Camino de Santiago y tienen como objetivo alcanzar Finisterre en cuatro años sucesivos. Nos hablaron de la trashumancia y de que su ruta atraviesa la Cañada Real, conversación que dio pie para trabajar en el aula estos contenidos.Comentaron que la Cañada está en mal estado, y que con este proyecto pretenden que no se pierdan las tradiciones. La Cañada Real que pasa por el pueblo es la Leonesa Occidental.

Disfrutamos  montando en los diferentes caballos (Gala,Mojito…) Con nosotros estaba también Laura (Antigua alumna) a la que le encantan los caballos. Conchi (profesora de Audición y Lenguaje) llegó cuando nos estábamos haciendo las fotos. Es la que tiene a Daniela en brazos.

MOCHILAS VIAJERAS: Animamos a leer a los mayores.

En una Asamblea de aula, a la vuelta de Navidad,  nos planteamos  qué podíamos hacer para que la Biblioteca tuviera más vida. Pensamos que podíamos recordar a la gente de la Torre que la biblioteca de la escuela está «abierta al pueblo»
Gabriel lo cuenta así: «En Enero de este año empezamos con un proyecto que consiste en animar a la gente del pueblo a leer. Primero hicimos un cartelito para meterlo en los buzones. Después, en una asamblea, elegimos el más bonito. Al día siguiente los imprimimos y los metimos por los buzones del pueblo o por debajo de la puerta»

¿Cómo surgió la idea de las mochilas?
Yo había oído hablar de «Las mochilas viajeras» incluso conocía lo que alguna compañera llevaba a cabo con sus alumnos. Distintas mochilas con libros variados iban a las casas de los niños y niñas de la escuela y  cada cierto tiempo rotaban.
Ahora viene menos  gente a la Biblioteca que hace unos años, porque el número de alumnos es menor y por el envejecimiento de la población. Entonces pensé que quizá en el pueblo hubiera  personas mayores a las que les gustara  leer y que no pudieran venir al aula. Fui preguntando a algunas de estas personas si les gustaba leer. Algunas me dijeron que leen revistas («del corazón») para entretenerse. Les pregunté si querían que les lleváramos libros a casa y empezamos con las que dijeron que sí.
Antes preparamos las mochilas con los libros, los separadores y una pequeña presentación, un texto puesto «en boca de los libros», como si fueran ellos los que hablaban.
«En otra asamblea, continúa Gabriel, dijimos que íbamos a hacer otra parte del proyecto, llamado mochilas viajeras. Unos días más tarde Vicen trajo cuatro mochilas para meter cinco libros en cada una. Las mochilas iban a rotar por cuatro casas del pueblo. A veces las personas mayores no pueden leer los libros porque tienen la letra muy pequeña. Cuando vamos a cambiar las mochilas, después de dos semanas, preguntamos a la gente a la que hemos llevado las mochilas si les han gustado los libros  y a veces nos dan galletas o golosinas».
Ahora vamos » a escuchar» a Vanesa : «El día 20 de enero de 2012 empezaron a viajar las mochilas. En cuatro mochilas metimos cinco libros y se la llevamos a la gente mayor del pueblo a la que les gusta leer. Dentro de las mochilas  metimos  un separador y un papel en el que ponía: “Hola. Somos los libros viajeros. Venimos de la biblioteca de La Torre. Estaremos con vosotros dos semanas. Queremos que nos respetéis como si fuéramos vuestros. No dobléis las hojas. Usad separadores. Adiós. Pronto llegarán otros compañeros nuestros»
Cada quince días vamos a las casas haciendo una ruta y las mochilas van rotando. Las personas son: Julián, Concha, Angelines y Pedro.

A veces nos dicen que les tenemos que coger libros con una letra un poquito más grande que la que tienen los libros que les hemos llevado, porque no la ven. Pesamos que esta actividad les gusta.
Las personas que no son tan mayores vienen a la biblioteca a por libros y luego después de dos semanas, como máximo,  los traen.
A mí me parece que es una buena experiencia para que las personas mayores puedan disfrutar de los libros tan buenos que tenemos en la biblioteca».
Tendremos que seguir pensando en posibles actividades con estas personas: que nos cuenten algo de lo leído, que vengan en el buen tiempo algún día a la escuerla a ver la Biblioteca o a alguna actividad organizada por nosotros para ellos.
Mañana nos toca hacer intercambio de mochilas.