CRÓNICAS DESDE GUATEMALA:2ª

Podéis seguir mis andanzas por Guatemala, con esta 2ª Crónica.

10 de mayo de 2015

2ª CRONICA, DESDE EL PAIS DE LA ETERNA PRIMAVERA Y LA TIERRA DEL QUETZAL

Querid@s familia, amigos y amigas: ¡Parece mentira cómo pasa el tiempo! Hace dos meses y medio que salí de España y dos que escribí mi primera Crónica. Muchos de vosotros me habéis dicho que siga enviando noticias y fotos. Así que hoy continúo contando algo de mi experiencia en Guatemala. Como hace tiempo que no cuento nada, esta 2ª Crónica va a ser un poco más larga. Podéis leerla en etapas.

Después de unos días en el Proyecto fui pasando por el Centro Comunitario Infantil, por las aulas del PAT (Programa de Apoyo Tutorial) y del PAE (Programa de Apoyo escolar) para presentarme y conocer a los niños. Lo primero que no les resulta conocido es mi nombre pronunciado con S y escrito con C. (Vicen, lo pronuncian Visen). Al preguntar de qué país creen que soy he pasado por ser americana, de Honduras, inglesa… Entonces les he dicho que les daba una pista (aunque con lo de Honduras no era muy clara y pensando en la cantidad de personas que hablan español, tampoco): Les dije. “Hablo español”. Por fin alguien ha dicho: ¡España!

A ellos les puede resultar extraño mi nombre; lo que no se imaginan es como me suenan a mi Iari, Minail, Brandon, Elier, Evelyn, Deimy, Emily, Kendy, Kimberly.… ¡La cantidad de nombres que acaban en y! Muchas personas tienen nombre compuesto y a veces hay que preguntar cómo le gusta que le llamen. En algunos casos usan indistintamente el primer nombre o el segundo y esto añade dificultad a mi aprendizaje. Cuando alguien se llama Rosita, Marisol o Mª José, a la que me resulta raro en este contexto, es a mí.

Creo que a algunos os comenté que un día, al poco de llegar yo al Proyecto, fuimos a llevar material a una escuela pública para que trabajen los maestros y maestras de acuerdo con la propuesta del programa de Formación Docente que se imparte desde el Proyecto. Lo que no he contado es como era la camioneta y el desplazamiento. La camioneta indescriptible ó difícil de describir. Mari Carmen y yo apretujadas en la cabina con el conductor y un amasijo de chatarra entre los que pudimos poner los pies. Parece que la marcha atrás no funcionaba, así que «el ayudante» tuvo que empujar para salir. Por fin llegamos a la escuela, de niñas, Marta Bolaños que está cerca, en el barrio. El colegio, las maestras, las niñas, me impresionaron mucho. Sin querer me venía el recuerdo de mi aula y de las aulas del CRA Fuenteadaja y de mis compañeras, por el tipo de aulas, la dotación de material, el estilo educativo…

Cada mañana me levanto a las 6 para salir a las 7 y llegar al Proyecto a las 8 donde estamos hasta las 5 de la tarde. Si hay suerte y no encontramos mucho tráfico podemos llegar un poco antes. Me siento bien, pero echo de menos pisar la tierra, el aire limpio de la Torre, el cielo de Avila “químicamente puro” como decía una amiga, el camino hacia El Soto, mi jardín…La ciudad tiene mucha contaminación, mucho tráfico… y se nos va mucho tiempo en los desplazamientos. Tardamos casi 1 hora para ir y otra para venir Esto es una de las cosas que me cuestan. Menos mal que en el Proyecto, que es donde paso más horas, los espacios son abiertos y armónicos (excepto la cantera que está destrozando la montaña) En Chinautla disfruto del paisaje: el volcán de Agua, (los días despejados) la vegetación con numerosas especies de árboles. Ver la cantera de “Cementos Progreso” que tenemos enfrente, cada día lo llevo peor. Ya existía en 2011 cuando vine por primera vez pero como siguen extrayendo cemento, el desastre ecológico va en aumento.

A primeros de marzo empecé a trabajar con dos niñas de 8 y 9 años, que no sabían ni leer ni escribir: Nancy y Kendy. Luego se añadió Rosita, de 6 años, y hay algún niño y niña más en esas condiciones con los que empezaré a trabajar por las tardes cuando vienen a apoyo escolar porque por las mañanas cada uno va a su escuela. No os imagináis los besos que me dan cada día y sus palabras de cariño y agradecimiento. Seño, a mí me gusta venir con Usted, me dijo un día Nancy. Le pregunté por qué y me dijo que porque se lo pasa bien. Ya van leyendo algunas palabras y frases.
La enseñanza en Guatemala, en general, es muy precaria. La formación docente deja mucho que desear y muchos niños se quedan en la cuneta con maestras poco motivadas o comprometidas, en aulas masificadas donde los que tienen más dificultades, no avanzan. Pueden llegar a 12 años sin aprender a leer. Como este es un tema crucial, nos hemos planteado empezar a trabajar con algunas maestras interesadas en este tema de la enseñanza de la lectoescritura. Y aquí me tenéis sin materiales, acordándome de todos los que tengo en La Torre que me vendrían estupendamente. Busco entre lo que hay aquí, en Internet y trato de sistematizar para poder transmitirlo y estoy elaborando los autodictados uno por uno.
He empezado un taller de Conocimiento personal con un grupo de jóvenes voluntarios del Proyecto. Son 15 y nos reunimos 2 horas cada 15 días. Como ocurre con jóvenes de otros lugares “del mundo mundial” pueden no aparecer y no decir ni pío. Los que trabajan con jóvenes ya saben la paciencia que hay que tener…
Las dos experiencias vividas las he subido al blog, en una página titulada: De La Torre a Guatemala. También voy poniendo fotos. En Galería de imágenes, he añadido: Imágenes de Guatemala.
He tenido 2 sesiones de trabajo con las maestras del Programa del PAT (Programa de acción Tutorial) y un día entero tuvimos un taller de comunicación, sobre la escucha, con el equipo del Proyecto.
También, con un grupo de 39 facilitadores de valores de 4 parroquias, tuve una sesión de técnicas de clarificación de valores. La mayoría son mujeres y trabajan en escuelas públicas este tema. Han pedido ayuda al Proyecto y vimos que podía ir yo. Me acompañó Mª Carmen que es la que coordina el trabajo de Formación docente en varios centros públicos. Resultó muy bien y se les veía contentos, agradecidos y valorando la experiencia.

Aún no os he dicho nada del Proyecto. Su nombre:” Xajanaj Pahalepana” en idioma pocomán significa: Ayuda mutua saliendo juntos adelante.
Para no alargar más esta “segunda entrega” prometo… ¡en breve! enviar la 3ª Crónica empezando por informar del Proyecto.
Estoy bien y contenta.
Un abrazo grande
Vicen

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