MI PROFESION DIA A DIA. Diario II

7 de Septiembre de 2011

Reunión del profesorado en Muñana. Es el último día que viene Esther. A partir de mañana tiene baja   por maternidad. Le entregamos el regalo para su niña. Lo agradece y se emociona.
Sin querer, pienso en los niños de Guatemala, en  Rosita, niña de 13 años embarazada,   y en tantos niños a los que les falta lo necesario para vivir o para los que los derechos de la Infancia están muy lejos de ser una realidad. Y me lleno de  imágenes, nombres, recuerdos, vivencias…

El equipo Directivo nos entrega una carpeta con documentación. Valoro su dedicación,  el trabajo que realizan, el tipo de relaciones que establecen entre los compañeros y compañeras…En algunos momentos pienso de manera distinta o no comparto algunos planteamientos, pero tengo la libertad de expresarme y de no asumir lo que no es vinculante.  Por ejemplo con el sistema de puntos no estoy de acuerdo, pero respeto a los que lo aplican y yo tengo la libertad de no  aplicarlo con mis alumnos.

8 de Septiembre de 2011

Sigo trabajando en mi aula. En  Muñana son las fiestas los días 8 y 9. Mañana empezaremos con los alumnos en Villatoro y La Torre. Aquí las fiestas locales son el 15 de Mayo ( S. Isidro) y  el 16 de Agosto ( S. Roque)  Sólo disfrutamos en el curso de  una fiesta  local, esto si no cae en domingo como el año pasado.


9 de Septiembre de 2011


Hoy empezamos las clases. Todavía  no  son   las nueve y media y desde mi casa  oigo a los niños y a algunas madres y padres que vienen con ellos.

Daniela  viene a la escuela por primera vez. Cumplirá los 3 años en Octubre.  ¿Periodo de adaptación? Creo que no lo necesita porque conoce la escuela, conoce a los compañeros y me conoce a mí. El hecho de vivir en el pueblo hace que las relaciones se establezcan  también  fuera de la escuela.

Desde pequeña ha venido con sus   padres a distintas actividades.  Además, su hermana, Vega, ya lleva dos cursos e el aula. Hoy viene contenta. No llora. En otros momentos, el año pasado, ha  llorado porque quería quedarse en la escuela.Hoy entramos de menor a mayor. Daniela, la primera.

Hablo con los padres. Ahora hay  que cuidar cómo nos situamos con su hermana. Y cómo convertir en  oportunidad  de “crecimiento” este  momento que puede ser difícil para Vega. Algunos niños  sufren una regresión. Les digo que es  importante, si observan reacciones que expresen celos, no establecer las  relaciones  desde “discursos lógicos” o  desde la consideración de que ella es mayor. Por supuesto creo que hay que  evitar ( ellos, los abuelos, tíos…) expresiones como “tú eres más guapa, ella  es    pequeñaja…” Pienso que las comparaciones, sobrevalorando a la mayor o en  tono despectivo aparente, respecto a la pequeña, no ayudan a integrar la  situación.

Es importante que estén  atentos a sus reacciones, que le  muestren  cariño y dialoguen  con ella sobre  lo que ha hecho en la escuela, cómo se lo ha pasado…

En la clase, los mayores explican  a Daniela, cada zona del aula. Empezamos todos juntos por conocer a Papelillo y  Papelote, protagonistas de los materiales de 1º de Infantil. Vamos a buscarlos  al otro aula, porque sabemos que están allí. Les llamamos antes de entrar.
¡Papelillo, Papelote! Después escuchamos el cuento donde habla de ellos , una  canción y aprendemos un pequeño poema.

Daniela va a la alfombra a jugar  con la cocinita y los demás hacen un dibujo del personaje. Adornamos el corcho  con los dibujos.

A partir de una lámina, trabajo vocabulario con Daniela. Leo  con los demás y…¡recreo! Hoy es un poco más largo por ser el primer día: 40  minutos.

Jugamos en la calle. No hay problemas. Sólo tengo que estar atenta,  especialmente a la más pequeña y, en el parque, darle en el columpio.

Después del recreo, viene Alba, antigua alumna que dice  que quiere ser maestra y que cuando puede, pasa por la escuela.

Por ser el primer día de clase y además viernes, seguimos con actividades llavaderas, “de calentamiento”.

Al entrar del recreo, todos ( incluídas Alba y yo) hacemos plastilina. Les cuento mi
experiencia en Guatemala en el taller de barro y hago una paloma con la técnica que aprendí allí.

Daniela deja de hacer plastilina y viene conmigo a hacer un puzzle. Es sencillo y adaptado a ella. Emparejamos piezas. Pongo música y bailamos las dos.

Después hacemos un juego cooperativo elegido por los niños: Villa Paletti. Daniela se incorpora y juega de pareja con Alba. Mueve la mesa, las piezas del juego se tambalean y amenazan con caerse. Me mira… Le digo que si mueve la mesa no puede jugar con los mayores. Se “enfurruña” se separa de la mesa con su silla, me mira, se chupa el dedo y por iniciativa suya, sin decir nada, se va a la cocinita. Le pregunto si quiere jugar con los mayores y dice que no.

– ¿Quieres jugar con la cocinita?

– Sí.

Mientras, “los mayores” siguen con Villa Paletti hasta que , sin querer, se le caen todas las piezas a Vega. No se lo esperaban y las caras son expresivas. Saben que es un juego cooperativo y “ que todos ganamos o todos perdemos “ y vuelven a empezar, sin mayor problema.¿ Conseguirá construir el edificio?

Ahora se le cae a Miguel. Se ríen y alguien comenta:
-¡Lo sabía!
(Algunos han estado haciendo tanteos, en tono festivo, quitando piezas que peligraban y era de esperar que la construcción se cayera.)

Daniela coge la freidora y me trae salchichas para comer.
¡Tercer intento de Villa Paletti! Hoy no lo han conseguido. A mitad de la construcción, tenemos que recoger para irnos a casa.
Trabajar con estos niños y niñas es una suerte.

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