MI PROFESION DIA A DIA XVII

9 de Enero de 2012

Comenzamos el 2º trimestre. ¡Me parece mentira! ¡Cómo corre el tiempo!

En el recreo se unen dos niños que viven en Avila y que hoy no han ido a clase porque están de matanza. De pronto, ven que pasa una oveja que va perdida. Dicen que debe ser de Carlos «el chirla»

-¿Podemos ir a ver si conseguimos traerla?,  pregunta Vanesa. Les digo que sí y salen rápidos y yo detrás. La oveja se aleja cada vez más hasta que, entre todos, logran que dé la vuelta. Una señora ha llamado a Carlos por teléfono para ver si es suya. Aparece Carlos y entre él y Jaime, la cogen y la llevan a un sitio seguro, a un cobertizo. Como no es suya, llama al pastor del pueblo de al lado. Yo pienso, que esto es impensable en un Centro urbano. Como no ha terminado el recreo, van al parque y, mientras se columpian y juegan, comentamos lo que ha pasado .Si no hubiera sido por ellos, la oveja  habría seguido caminando y por la noche podría habérsela comido un lobo. Jonay dice que no hay lobos y le comento que hace poco, en el Informativo regional  ha salido alguna noticia de pueblos en los que bajan los lobos por la noche. En alguno se han comido ovejas.

Gabriel dice:                                                                                                                                         – ¡ O la podría haber atropellado un camión!

Luego cambian de tema y, no recuerdo cómo ni por qué empiezan a hablar de las mujeres que no trabajan fuera de casa. Según Miguel gastan y gastan…Vanesa interviene en defensa de las mujeres y cuestionando la afirmación de su compañero.                                                                                                                                                                                                            En clase, revisamos la nota que escribieron antes de vacaciones para meter en los buzones de los vecinos, animándoles a venir a la biblioteca y empezamos a seleccionar libros para meter en cada una de las «mochilas viajeras». La idea es llevar mochilas con libros a casa de algunas personas mayores a las que les gusta leer  y que tienen dificultad para venir a la biblioteca.Anotamos los libros que van a ir en cada mochila, para hacer el seguimiento y control de libros, y lo escriben en el ordenador.

La biblioteca del aula está abierta al pueblo, pero cada vez viene menos gente porque cada vez hay menos personas y la población va envejeciendo.                                                          Los niños están ilusionados con esta «Campaña de relanzamiento»  A ver si los vecinos responden.

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